Desde sus inicios en 1962, cuando Victor Weisskopf impulsó una iniciativa para que jóvenes universitarios participaran en proyectos de investigación durante sus vacaciones de verano, la Summer Student Programme de CERN se ha consolidado como una de las instancias formativas más prestigiosas en el mundo de la física de partículas, la ingeniería y las ciencias aplicadas. En su primera versión participaron 70 estudiantes, marcando el inicio de un espacio que con los años se transformaría en una verdadera plataforma internacional de aprendizaje, colaboración y proyección académica.
Hoy, más de seis décadas después, este programa reúne cada año a cientos de estudiantes de pregrado y magíster provenientes de más de 100 países, quienes durante 8 a 13 semanas trabajan en proyectos de vanguardia, asisten a clases especializadas dictadas por destacados investigadores, visitan instalaciones únicas como aceleradores y detectores, y comparten sus resultados en sesiones académicas. Se trata de una experiencia que no solo impulsa trayectorias individuales, sino que también contribuye a estrechar lazos entre universidades, centros de investigación y comunidades científicas de todo el mundo.
El rol de SAPHIR y la participación chilena
El Instituto Milenio SAPHIR, dedicado al estudio de la física subatómica y la colaboración científica en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), ha sido un actor clave en acercar a estudiantes chilenos a esta experiencia formativa internacional. A lo largo de distintas ediciones, SAPHIR ha promovido y apoyado la participación de jóvenes investigadores, fortaleciendo el vínculo entre Chile y CERN.
En la versión más reciente de la Summer School de CERN, participaron tres estudiantes vinculados a SAPHIR: Vicente Valenzuela Osses, de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Constanza Valdivieso Castillo, de la Universidad Técnica Federico Santa María; y Vicente Millar Bravo, de la Universidad Andrés Bello. Su presencia en esta instancia no solo representa un logro académico individual, sino también un hito para la ciencia chilena, al demostrar la capacidad de nuestras universidades y centros de investigación para formar jóvenes que contribuyen activamente en el laboratorio de física más importante del mundo.
El contexto actual refuerza aún más esta proyección. Con el reciente nombramiento de Chile como Estado Miembro Asociado de CERN, se abren nuevas oportunidades para ampliar y consolidar este tipo de colaboraciones, no solo en la Summer School, sino también en otras iniciativas científicas, tecnológicas y formativas. Este hito fortalecerá la presencia de estudiantes, investigadores y académicos chilenos en la frontera del conocimiento, potenciando la integración de nuestro país en una de las comunidades científicas más influyentes a nivel global.
Desde SAPHIR destacamos la importancia de este momento: “La participación de nuestros estudiantes en la Summer School de CERN es un claro ejemplo de cómo la colaboración internacional impacta en la formación de las nuevas generaciones de científicos y científicas en Chile. Con la incorporación de nuestro país como Estado Miembro Asociado de CERN, podremos ampliar aún más estas oportunidades y asegurar que talentos jóvenes sigan teniendo un rol activo en proyectos de alcance mundial. Este es un paso estratégico que no solo fortalece la ciencia chilena, sino que también la proyecta al más alto nivel internacional”, señala Felipe Olivares León, Director Ejecutivo de SAPHIR.